miércoles, 29 de diciembre de 2010

El día 11 de enero de 2011 se publica en España "El vals lento de las tortugas" continuación de "Los ojos amarillos de los cocodrilos"

Katherine Pancol - Unete aquí a su página en Facebook

EL VALS LENTO DE LAS TORTUGAS (Katherine Pancol)

Después del extraordinario éxito de LOS OJOS AMARILLOS DE LOS COCODRILOS, llega la anhelada continuación.

EL LIBRO

Este libro es como una borrasca en medio de la vida…
El beso abrasador de aquel al que nunca debimos besar…
Un abrazo que es refugio o muerte…
Un hombre inquietante pero encantador…
Una mujer que tiembla y espera ardientemente…
Un hombre que miente…
Una mujer que cree dirigir el baile pero que ha perdido el paso…Dos adolescentes más enterados que los mayores…
Un hombre que juega a resucitar…
Un padre allá arriba, entre las estrellas, musitando al oído de su hija…
Un perro tan feo que nos apartamos de su lado…

Personajes que avanzan tercamente. Como pequeñas tortugas obstinadas. Que aprenden a bailar lentamente, lentamente. En un mundo demasiado rápido, demasiado violento.


LA AUTORA

Katherine Pancol nació en Casablanca y a los pocos años se trasladó con su familia a París. Cursó estudios literarios y se doctoró en letras modernas. Trabajó de profesora de latín en francés antes de comenzar una larga trayectoria profesional como periodista en publicaciones como Paris Match o Cosmopolitan.

Ha publicado más de una decena de libros y el éxito le llegó definitivamente en el año 2006 con la publicación de Los ojos amarillos de los cocodrilos, del que se han vendido más de un millón de ejemplares en Francia y que se ha convertido en un fenómeno de ventas también en España.

martes, 30 de noviembre de 2010

Gianrico Carofiglio leyendo en exclusiva para el blog de La esfera de los libros

Este es un documento exclusivo para todos los seguidores del gran escritor y novelista de "legal thriller" italiano en el blog de La esfera de los libros. A su paso por España, tuvo la deferencia de leer el comienzo de "Las perfecciones provisionales" y saludarles. Esperamos que os guste.

lunes, 25 de octubre de 2010

Estrenamos el trailer de "Las perfecciones provisionales" (GIANRICO CAROFIGLIO)

Tenemos el placer de presentar el trailer del último libro de Gianrico Carofiglio, "Las perfecciones provisionales". Lo del video clip le viene ni que pintado, porque precisamente esta novela se está llevando al cine. Esperamos que, tanto manuscrito como vídeo, os gusten.





Nacido 1961, en Bari, Gianrico Carofiglio es magistrado de profesión. Como procurador antimafia de su provincia, ha participado en numerosos y significativos casos de crimen organizado, corrupción, prostitución y esclavitud sexual. Su primera novela, Testigo involuntario –que inicia la serie del abogado Guido Guerrieri—ha sido un éxito de ventas y público y ha obtenido numerosos galardones, como el XXVI Premio Città di Chiavari, el Premio Città di Cuneo de Primera Novela, el Premio del Giovedì Marisa Rusconi, el Premio Rhegium Julii y el Premio Fortunato Seminara-Opera Prima. En su traducción al inglés, ha representado a Italia en el prestigioso Impac Dublin Literary Award.
En su conjunto, las obras de Gianrico Carofiglio han vendido más de un millón de ejemplares y han sido traducidas a muchas lenguas. Las novelas sobre el abogado Guerrieri han inspirado una serie televisiva en su país de origen. En 2007 ha publicado su novela gráfica Cacciatori nelle tenebre. También ha escrito L’arte del dubbio, un libro de ensayos sobre técnicas procesales y de interrogatorio.
Las perfecciones provisionales ha sido traducida al alemán, danés, francés, holandés, inglés, polaco y portugués. Está siendo adaptada al cine. 

miércoles, 6 de octubre de 2010

Gianrico Carofiglio - Magistrado y novelista

Así es, Gianrico Carofiglio, es un reconocido magistrado italiano, pero además escritor de éxito. Es reconocido por su acción anti-mafia, entre otros casos de renombre en Italia. Ha vendido más de 1 millón de novelas en todo el mundo. Ahora, su último libro "Las perfecciones provisionales" está siendo llevado al cine.


Si accedéis al enlace de su nombre al principio de este texto, podréis seguirle en Facebook.


Pero, dejadnos deciros algo sobre esta última publicación a punto de estar en las librerías de toda España. Esta es la sinopsis: En Bari, la vida del abogado Guido Guerreri transcurre en un perfecto equilibrio entre su trabajo de abogado y los éxitos que éste le reporta– acaba de mudarse a un moderno despacho donde cuenta con dos eficientes colaboradores- y su solitaria vida privada siempre con tendencia a sumergirle en la melancolía. Una melancolía que combate con su música, sus largos paseos nocturnos y su saco de boxeo al que trata como un auténtico amigo.


Sin embargo, como todos los equilibrios perfectos, el de Guido Guerreri está condenado a ser provisional y cuando recibe la petición de un colega de investigar la desaparición de la joven Manuela, a quien nadie ha visto desde hace ya varios meses, su rutina se verá alterada y se verá obligado a mirar a los ojos a una juventud que, por más que le pese, ya nada tiene que ver con la suya.

Esperamos que os guste esta adictiva lectura, que podríamos encuadrar dentro del género de novela negra, pero que por su absorvente entramado y narración, no deja tampoco indiferente a los no lectores del género.

¡Hasta pronto!.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La gran aceptación de "Imperator" de Isabel San Sebastián




Nos lo imaginábamos, pero no tan grande. El gran recibimiento de la novela histórica "Imperator"  supera todas las expectativas.


La semana pasada se presentó en público en coordinación con el Instituto de Cultura de Madrid, en el Teatro Missoni del Instituto italiano de Cultura. La autora, Isabel San Sebastián, acompañada y arropada por personalidades de la política, los medios de comunicación y especialistas de diversos ámbitos completó el aforo del teatro. En el escenario, con ella, estuvieron Fernando García de Cortázar, Paolo Vasile y Manuel Pizarro.

Y es que, antes de esa cita, en medios de comunicación off y on line, las reacciones han sido unánimes y masivas. Isabel se consolida como una de las novelistas históricas mejor documentada de nuestro país, y además fascina por su facilidad para la narración y para entretenernos.


A continuación, os dejamos con los comentarios de sus seguidores en su perfil de Facebook que así lo ratifican (entre muchos) y algunos enlaces de entrevistas:




Tenemos la oportunidad de ofreceros, además, un documento exclusivo. Son estas imágenes de Isabel en su visita a Sicilia para documentarse sobre los acontecimientos en los que basa la novela. Si aún no la habéis leído, os la recomendamos especialmente.









martes, 7 de septiembre de 2010

Video de presentación de la novela "Imperator".- Europapress

Finalmente se presento en un desayuno con la prensa. "Imperator", esa novela que tanto daba que hablar antes de su publicación. Ya está en las tiendas y vendiéndose a buen ritmo. Definitivamente, esta novela histórica confirma a Isabel San Sebastián como una de las de las autoras de ficción histórica más destacadas del país. Escucha que hay detrás de la trama del libro.

viernes, 27 de agosto de 2010

Primeras páginas de IMPERATOR y perfil en FACEBOOK

No olvidéis que ayer jueves se publicó la novela histórica "IMPERATOR" de Isabel San Sebastián. Recordad que tenéis la posibilidad de haceros seguidores del perfil oficial de la autora y de la novela, donde puedes ir al día con las noticias e informaciones sobre el libro y las promos que de él y con Isabel se vayan haciendo. Entra aquí y síguela:"Perfil en Facebook de Isabel San Sebastián y su novela"


También os ofrecemos en primicia el primer capítulo de la novela. Esperamos vuestras impresiones...y ¡qué os guste!. Un cordial saludo."IMPERATOR - PRIMER CAPÍTULO"

lunes, 12 de julio de 2010

Una novela que dará que hablar: IMPERATOR (avanzamos portada)

Espera a leer esta novela y después hablamos de libro revelación de este año. Un argumento trenzado con intrigas que envuelven a la reina Constanza, Federico II, cátaros, sarracenos, el reino de Aragon, el de Sicilia, inocencio III...

Todo ocurre en el año 1209. Una joven bajo el nombre de Braira desembarca en Sicilia en el séquito de la reina Constanza de Aragón, recién desposada con el rey de la isla, Federico II. Braira lleva consigo el secreto de su fe cátara, perseguida en toda Francia, y una habilidad poco común que pronto atraerá sobre ella la atención del supersticioso monarca: el talento para interpretar las cartas del Tarot. Federico es un joven ambicioso que sueña con llegar a ser el hombre más poderoso de su tiempo, aunque para ello tenga que combatir todos los días de su vida y enfrentarse al mismo papa. En su cruzada, utilizará todas las armas a su alcance y Braira será un instrumento más.

miércoles, 7 de julio de 2010

Imperator - Una novela histórica que editaremos el 26 de Agosto

Año de nuestro Señor de 1209, la joven Braira desembarca en Sicilia en el séquito de la reina Constanza de Aragón, recién desposada con el rey de la isla, Federico II. Braira lleva consigo el secreto de su fe cátara, perseguida en toda Francia, y una habilidad poco común que pronto atraerá sobre ella la atención del supersticioso monarca: el talento para interpretar las cartas del Tarot. Federico es un joven ambicioso que sueña con llegar a ser el hombre más poderoso de su tiempo, aunque para ello tenga que combatir todos los días de su vida y enfrentarse al mismo papa. En su cruzada, utilizará todas las armas a su alcance y Braira será un instrumento más.

lunes, 5 de julio de 2010

Llegan las vacaciones. Para aquellos viajeros y/o turistas buscando guías diferentes de Paris y Londres: probad "Retorno a...."

Vídeo reportaje que incluye revisión de estas dos libros imprescindibles para viajeros, viajantes y turistas que busquen ese punto diferente en sus visitas a las ciudades. En esta colección comenzamos por París y Londres.



RETORNO A..."LONDRES"

Un nuevo concepto de guía para los que quieren ver la ciudad con una mirada distinta. Ésta es una guía diferente para gente diferente. Personas, como tú, que quieren volver a una ciudad y verla con una mirada nueva, original, lejos de los circuitos habituales y siempre masificados.

¿Te gustaría recorrer la rue Lepic de la mano de la traviesa Amélie? ¿Y saber por qué la mítica place Vendôme da forma al frasco del Chanel Nº5, fragancia insignia de la casa? ¿Y moverse por el París de Daft Punk?
¿Y visitar el edificio en el que vivió Proust tras recubrir todas las paredes de corcho para aislarse de cualquier ruido?

Los autores de esta guía tan especial −una investigadora y profesora experta en Estética y el analista de tendencias más reconocido de España− te animan a recorrer París con otros ojos, a descubrir espacios inesperados, cafés poco bulliciosos donde sentarse a leer o esquinas recónditas desde las que ver pasar la vida. Y ello sin olvidar los básicos –los principales museos, los restaurantes con las mejores vistas, las tiendas más cool−, a los que también dan una vuelta de tuerca.

Es hora de retornar a París y hacerlo con una mirada diferente. Disfrútalo.



RETORNO A..."PARIS"
Un nuevo concepto de guía para los que quieren ver la ciudad con una mirada diferente.

Ésta es una guía diferente para gente diferente. Personas, como tú, que quiere volver a una ciudad y verla con una mirada nueva, original, lejos de los circuitos habituales y siempre masificados.

¿Te gustaría recorrer el barrio de Kensington de la mano de Virginia Woolf? ¿Y visitar alguno de los mercados que frecuenta Bridget Jones o el City Hall de Norman Fost
er? ¿Y seguir las huellas del lujo de Alexander McQueen o Vivienne Westwood?.

Los autores de esta guía tan especial –el analista de tendencias más reconocido de España y una investigadora y profesora experta en Estética− te animan a recorrer Londres con otros ojos, a descubrir espacios inesperados, locales poco bulliciosos donde sentarse a leer o esquinas recónditas desde las que ver pasar la vida. Y ello sin olvidar los básicos –los principales museos y espacios culturales, los restaurantes y bares con el mejor ambiente, las tiendas más cool−, a los que también dan una vuelta de tuerca.Es hora de retornar a Londres y hacerlo con una mirada diferente.

martes, 29 de junio de 2010

Premio para "Naufragio" de Francisco García Novell

El periodista y escritor Francisco García Novell ha sido galardonado ayer con el Pergamino de la Asociación de Amigos del Museo de Anclas Philippe Cousteau por su trabajo de investigación sobre el hundimiento del vapor Príncipe de Asturias en 1916 para la novela "NAUFRAGIO". El acto de entrega de los galardones se ha celebrado justo cuando se cumplen treinta y un años de la muerte en accidente del oceanógrafo Philippe Cousteau, que da nombre al Museo situado en Salinas, en el concejo asturiano de Castrillón. La Asociación de Amigos del Museo ha premiado también al capitán canadiense Paul Watson, defensor de la fauna marina, especialmente de las ballenas.

SINOPSIS DE "NAUFRAGIO"
La historia olvidada del Titanic español.El 5 de marzo de 1916 se hundía frente a las costas de Brasil el trasatlántico Príncipe de Asturias, el más grande, moderno y lujoso de la compañía española Pinillos, con 600 personas a bordo. El brutal choque contra los arrecifes hizo que el enorme buque desapareciera en el océano en menos de cinco minutos. Sólo hubo 147 supervivientes.

La tragedia conmocionó a la sociedad de la época. Sin embargo, el manto del olvido pronto cayó sobre todos los que perdieron su vida en el fondo del mar y sobre sus desgraciadas familias. Francisco García Novell, con brillante pulso narrativo y tras investigar en multitud de archivos, les da voz y resucita en esta novela coral la memoria de una época y una forma de viajar ya olvidadas, así como el misterio que envolvió el último viaje del vapor.

FRANCISCO GARCIA NOVELL
Los programas infantiles y juveniles, así como los documentales han sido, y son todavía, la gran vocación de Francisco García Novell. Dirigió, en TVE, el primer Telediario infantil, con el que consiguió varios premios y distinciones, entre ellos la Medalla de Oro de Unicef. Es autor de dos ensayos sobre la juventud y los medios de comunicación. Es miembro de la Sociedad Geográfica Española y socio fundador de la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil. Le gusta viajar: conoce toda América, Europa y varios lugares de África. Naufragio es su primera novela.

Además, García Novell se ha embarcado en la increíble aventura de la búsqueda y recuperación de, al menos, una de las anclas del viejo transatlántico, contando para ello con la ayuda de su amigo, el famoso oceanógrafo brasileño Lawrence Wahba, en estrecha colaboración con la Armada brasileña y con la productora Magma Cultural. Su intención es llevar el ancla del navío Príncipe de Asturias al Museo de Salinas para completar su colección.

lunes, 14 de junio de 2010

Ayer firmó ejemplares en la Feria del libro de su última novela "Sombras de mariposa", es Guillermo Galván

Como cierre de La Feria del libro de Madrid de este año, el escritor Guillermo Galván firmó ayer su última novela sobre la epopeya de Leovigildo, rey de los visigodos "Sombras de mariposa", de la que La Esfera de los Libros ya hemos publicado la segunda edición.

En "Sombras de mariposa" corre el año 572 y el joven Wilya, hijo natural del difunto rey Liuva, es acogido en la corte visigoda de
Toledo por su tío, el rey Leovigildo. Lisiado por un accidente infantil, Wilya se enfrenta a su inferioridad para alcanzar el sueño de convertirse en guerrero. A su pesar, participará en los turbulentos acontecimientos del reino: la rebelión del primogénito Hermenegildo, las campañas militares contra vascones, suevos y francos, la abjuración de Recaredo de la fe arriana y los levantamientos armados que esta decisión provoca. Todo ello le llevará a ser privilegiado protagonista en la creación del nuevo reino bendecido por la religión romana.

Esta apasionante novela histórica del periodista y escritor Guillermo Galván, una verdadera epopeya goda, sumerge al lector en un tiempo casi olvidado en el que las intrigas palaciegas, las luchas de poder y los enfrentamientos entre pueblos y facciones religiosas estaban a la orden del día. Reyes astutos, guerreros feroces, monjes filósofos y mujeres valientes guían al lector por un mundo en el que todos los días se jugaba una partida por el honor y la vida.

lunes, 24 de mayo de 2010

Video entrevista con Guillermo Galván, autor de "Sombaras de mariposa"

Esta apasionante novela histórica del periodista y escritor Guillermo Galván, una verdadera epopeya goda, sumerge al lector en un tiempo casi olvidado en el que las intrigas palaciegas, las luchas de poder y los enfrentamientos entre pueblos y facciones religiosas estaban a la orden del día. Reyes astutos, guerreros feroces, monjes filósofos y mujeres valientes guían al lector por un mundo en el que todos los días se jugaba una partida por el honor y la vida.

viernes, 21 de mayo de 2010

Nieves Concostrina nuevo libro "...y en polvo te convertirás"



Video-entrevista con Nieves Concostrina, una periodista que se hace querer contándonos sus historias sobre muertos, epitafios y situaciones curiosas en la historia de los cementerios y sus "habitantes". Acaba de publicar su "...y en polvo te convertirás", un libro que te deja muerto.

Concostrina no podía dejar coja la sentencia bíblica y por ello decidió completarla con Y en polvo te convertirás, una recopilación de las mejores imágenes aportadas al concurso radiofónico de epitafios del programa No es un día cualquiera, dirigido por Pepa Fernández en Radio Nacional.

Esta vez, con la autora han colaborado 153 «almas» que, cámara en mano, han fotografiado las tumbas más increíbles, los epitafios más excéntricos y los cementerios más insólitos. Todos ellos, fieles seguidores de las historias de muerte que se cuentan en la sección «El Acabose», han contribuido a un trabajo de campo nunca realizado hasta ahora.
Los muertos, que siempre tienen la última palabra, se ríen y se duelen en estas páginas de la vida, de sus amigos y familiares, de sus pasiones, y muchos aprovechan la ocasión para dejar las cosas claras. Con el descaro del que sólo puede hacer gala un difunto al que ya no se le puede llevar la contraria.

martes, 27 de abril de 2010

Fenómeno vampiro. Menciones en blogs de "Vampira y estupenda" segunda parte de "Mordiscos de amor". (Michelle Rowen)

El fenómeno de la literatura romántica y de ficción está siendo todo un éxito en nuestro país, pero la especializada en vampiros es ya considerado como un fenómeno.

Esta novela que editamos, es la segunda parte de Mordiscos de amor convertida en una auténtica revelación en su género cuando salió a la venta el pasado año.

He aquí algunos de sus referencias más interesantes en el medio de comunicación más relevante de este género, los blogs.


Blog Cazadoras del romance
Enlace a Cazadoras del romance

Blog Vampire love
Enlace a Vampire love

viernes, 16 de abril de 2010

Leerestademoda.com - BOOK - Versión completa

Unas risas para relajar los concienzudos pronósticos sobre lo que será el futuro editorial con el libro digital. Por favor, no dejéis de ver el video.





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martes, 6 de abril de 2010

Benigno Varillas presentando biografía de Félix Rodriguez de la Fuente



Gracias a Natur Films podemos ofreceros esta presentación de Benigno Varillas autor de este gran trabajo biográfico y excelente interpretación de su legado en el Ministerio de medio ambiente.

El mensaje de Félix Rodríguez de la Fuente quedó difuso por una muerte prematura.Y este libro quiere recuperarlo.

Desvela que entre nosotros habitó un hombre paleolítico, superviviente a diez mil años de devastación. Guardián de viejos y secretos códigos, que rescató del olvido saberes esenciales para afrontar el futuro de la especie humana.

No es ficción, es la vida de Félix Rodríguez de la Fuente. Estas páginas explican su pasión por los pueblos primitivos, las pinturas rupestres, la cetrería, la alianza del hombre con el lobo y otras reminiscencias de tiempos prehistóricos en los que éramos libres, nómadas, autónomos y más felices; así como su visión pionera de una sociedad global del conocimiento conectada en red, en la que la ciencia sustituye a la superchería.

Su trayectoria fue un intenso y apasionante esfuerzo por descifrar el sentido de la vida, pero pocos conocen su labor de mensajero del pasado y del futuro, ya que su popularidad como «el amigo de los animales» eclipsó que este inolvidable personaje se interesó también, tanto o más que por la fauna, por identificar las claves según las cuales el hombre primitivo estableció una armonía con el entorno durante millones de años, adelantándose así a su tiempo, intuyendo toda una serie de conexiones entre él mismo y los demás seres vivos.

Tras una revisión de miles de documentos que Félix dejó escritos y grabados, esta obra analiza el impacto de sus ideas y las extrapola al debate sobre el futuro de la sociedad industrial, oponiendo al pesimismo catastrofista y apocalíptico el optimismo contagioso de un amante de la vida.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Un libro muy interesante por muchos motivos: "Anoche soñé que tenía pechos" (Mariela Michelena)

Os avanzamos este excelente documento en forma de entrevista a la autora de "Anoche soñé que tenía pechos" de Mariela Michelena.

La sinopsis del libro: «Anoche me descubrí un bultito en un pecho. Un bulto indiscutible, que no conozco de nada. Lo toco y se mueve siguiendo el ritmo de mis dedos pero, por mucho que lo baile, no se va. ¿Cómo es posible que estos pechos tan pequeños, que nunca me han valido ni para seducir ni para amamantar, tengan un bulto?»

Estas palabras son el inicio de un emotivo relato escrito por una mujer con cáncer de mama. Una mujer dinámica y soñadora que, en la plenitud de su actividad personal y profesional, de un día para otro, ve como su vida se le escapa entre las manos. Un laberinto de sentimientos, incertidumbres, amigas solidarias, recuerdos familiares y temores dan forma a un testimonio hermoso, conmovedor, por momentos descarnado, que rezuma sentido del humor y hace gala de una profunda sinceridad.

Mariela Michelena, autora de Mujeres malqueridas publicado con gran éxito en esta editorial−, reivindica el derecho a sufrir de quienes padecen esta enfermedad, en contra de la moda imperante que nos dice que no pasa nada, que debemos sonreír como indican las normas de urbanidad, que debemos continuar con optimismo a pesar de lo mal que nos sintamos.


lunes, 8 de marzo de 2010

Mujeres de vida apasionada y muerte trágica - María Pilar Queralt del Hierro y otras noticias

Queda muy poco tiempo para este día tan señalado, y nos hemos permitido recomendar algunas de nuestras ediciones para ese momento.



Aprovechamos para recordaros que el próximo día 11 (este jueves) María Jesús Álava presentará "La inutilidad del sufrimiento" (ahora en su trigésima edición publicado en formato de pack con libro + DVD). La convocatoria se realizará a las 19 horas en el Ámbito cultural de El Corte Inglés (Pº Independencia) de Zaragoza.

Ah!! y noticia recién sacada de Canarias 24Horas sobre la entrevista a María Pilar Queralt del Hierro y su curioso libro "Mujeres de vida apasionada y muerte trágica". Entra en el enlace sobre el reportaje.

miércoles, 17 de febrero de 2010

PRESENTACION DE "LA MANO IZQUIERDA DE DIOS" (PAUL HOFFMAN) EN MADRID

Imparable la aceptación de "La mano izquierda de Dios", que se presentará en la FNAC de Callao el próximo día 24 de febrer (Calle Preciados 28 de Madrid). Intervendrán el autor de la obra Paul Hoffman y el escritor Javier Negrete entre otros.


Para los que aún no sabéis de esta novela ficción, de la que dicen que es perfecta para aquellos jóvenes que comenzaron leyendo a Harry Potter y que ha vendido unos 10.000 ejemplares en solo 2 semanas en U.K., en este enlace encontraréis
las
primeras páginas del libro.



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lunes, 1 de febrero de 2010

AVANCE - Primeras páginas de "La mano izquierda de Dios" - Paul Hoffman



LIBRO MANO IZQUIERA DE DIOS - Paul Hoffman

Escuchad: el Santuario de los Redentores en Peña Shotover
se llama así por una cochina mentira, pues por allí redención
hay poca, y santuario aún menos. El campo que lo rodea
está lleno de maleza y hierbajos, y apenas hay diferencia entre
el verano y el invierno, lo que equivale a decir que hace siempre un
frío del demonio, no importa la época que sea del año. El Santuario
resulta visible a kilómetros de distancia cuando no lo oculta, como
suele ocurrir, una niebla sucia y espesa. Está construido con pedernal,
hormigón y harina de arroz: la harina vuelve el hormigón más
duro que la roca, y ese es uno de los motivos de que la prisión (pues
de eso se trata en realidad), haya resistido tantos intentos de asedio,
intentos hoy día considerados tan inútiles que nadie ha tratado de
tomar el Santuario de Shotover en cientos de años.

Es un lugar nauseabundo al que solo los Padres Redentores
van por propia voluntad. ¿Quiénes son sus presos, pues? En realidad,
esta es una palabra poco acertada para aquellos que llevan a
Shotover, pues la palabra preso sugiere un delito, y ninguno de
ellos ha conculcado ley alguna impuesta por el hombre ni por Dios.
Ni tampoco se parecen a ningún preso que se pueda ver en ningún
otro lugar, porque todos los que llevan allí son niños de menos de
diez años. Dependiendo de la edad que tengan al ingresar, pueden
tener más de quince cuando salgan, aunque solo la mitad llegan a
hacerlo. A la otra mitad los envuelven en un sudario de arpillera
azul y los entierran en el campo de Ginky, un cementerio que comienza
al otro lado de la muralla. Este cementerio es tan grande
que se extiende hasta donde alcanza la vista, así que ya os podéis
hacer una idea del tamaño de Shotover y de lo duro que resulta en
él simplemente conservar la vida. Nadie conoce todos los entresijos
del Santuario, y es muy fácil perderse por sus interminables pasillos,
que giran a derecha e izquierda y doblan hacia arriba y hacia
abajo como en un laberinto. Y aún más porque todos los rincones
del Santuario parecen idénticos entre sí: todos son de color marrón;
todos son oscuros, lúgubres; todos huelen a viejo y a rancio.
En uno de esos pasillos se encuentra un muchacho que mira
por la ventana y sujeta un saco azul oscuro. Puede que tenga catorce
o quince años, aunque él mismo no está seguro de su edad, como no
lo está ningún otro. Ha olvidado su nombre original, pues a todo el
que llega aquí se lo cambian para ponerle el de uno de los mártires
redentores. Y mártires redentores hay muchísimos, debido a que,
desde tiempo inmemorial, a los redentores los odia a muerte todo
aquel al que no han logrado convertir. Al muchacho que mira por la
ventana lo llaman Thomas Cale, pero nadie emplea nunca el nombre,
solo el apellido, y al hacerlo él comete un pecado muy grave.
Lo que le atraía a la ventana era el sonido de la Cancela del Noroeste,
que chirriaba como un gigante aquejado de dolor de rodillas,
tal como hacía siempre en las raras ocasiones en que se abría. Vio
cómo dos redentores, vestidos con su hábito negro, se acercaban a la
cancela y hacían pasar a un niño de unos ocho años, seguido de otro
ligeramente menor y de otro más. Cale contó veinte en total antes de
que apareciera al final, cerrando el grupo, otro par de redentores. Con
lentitud de artrítica, la cancela empezó entonces a cerrarse.
Cale cambió de expresión al inclinarse hacia delante para atisbar,
tras la cancela que se cerraba, el Malpaís que se extendía al otro
lado. Solo había salido de la muralla en seis ocasiones desde que
llegara allí hacía más de diez años: según decían, era el niño más
pequeño que hubiera entrado nunca en el Santuario. En esas seis
ocasiones lo habían vigilado como si la vida de sus guardianes dependiera
de ello (y en efecto así era). Si él hubiera fallado en cualquiera
de esas seis pruebas, que es lo que eran, lo habrían matado
en el acto. En cuanto a su vida anterior, no podía recordar nada.
Cuando la cancela se cerró del todo, Cale volvió a fijarse en los
niños. Ninguno estaba gordo, aunque tenían esa carita redonda
propia de los niños. Todos observaban con ojos como platos el inmenso
tamaño del castillo con sus enormes muros, pero aunque se
quedaran anonadados ante lo extraño del lugar en que acababan de
penetrar, no parecían tener miedo. Cale sintió en su interior una
serie de emociones profundas y extrañas a las que no hubiera podido
dar nombre. Pero, si bien se dejó atrapar por ellas, le salvó, como
había ocurrido ya muchas veces, su costumbre de mantener un
oído atento a lo que sucedía a su alrededor.

Se apartó de la ventana y empezó a caminar por el pasillo.
—¡Tú, espera!
Cale se paró y se dio la vuelta. En el umbral de una de las
puertas que daban al pasillo se encontraba uno de los redentores.
Estaba tan gordo que le colgaban trozos de carne por los bordes del
cuello. De la estancia que se encontraba a su espalda salían vapores
y ruidos extraños. Cale lo miró sin mover un músculo de la cara.
—Ven aquí y déjame que te vea.
El muchacho caminó hacia él.
—¡Ah, eres tú! —dijo el gordo redentor—. ¿Qué estás haciendo
por aquí?
—El Padre Disciplinario me ha mandado llevar esto al torno.
—Le mostró el saco azul que llevaba.
—¿Qué has dicho? ¡Habla más alto!
Desde luego, Cale sabía que el redentor estaba sordo de un
oído, y lo de hablar en voz baja lo había hecho a propósito. Repitió
lo dicho, pero esta vez gritando a pleno pulmón.
—¿Te estás haciendo el gracioso, muchacho?
—No, Padre.
—¿Qué hacías en la ventana?
—¿En la ventana?
—No me tomes por tonto. ¿Qué hacías allí?
—Oí abrirse la Cancela del Noroeste.
—¿Seguro...? —Se quedó como distraído—. Parece que llegan
pronto —gruñó, molesto, y después se volvió y miró hacia atrás,
pues aquel gordo era el Padre Vituallero, supervisor de aquella cocina
que alimentaba tan bien a los redentores y apenas daba de
comer a los niños—. ¡Veinte más para la cena! —Al gritar esto, su
aliento penetró en la nube maloliente de la estancia. Se volvió de
nuevo hacia Cale.
—¿Estabas pensando en algo cuando estabas en la ventana?
—No, Padre.
—¿Tenías imaginaciones?
—No, Padre.
—Si te vuelvo a pillar merodeando por aquí, te arranco la piel,
¿me has oído?
—Sí, Padre.
El Padre Vituallero regresó a su estancia y empezó a cerrar la
puerta. Mientras lo hacía, Cale dijo en voz baja, pero lo bastante
claro como para que pudiera oírle cualquiera que estuviera menos
sordo que el Padre Vituallero:
—¡Ojalá te ahogues ahí dentro, bola de sebo!
La puerta se cerró de golpe y Cale siguió por el pasillo, arrastrando
el gran saco tras él. A pesar de que hizo el recorrido prácticamente
a la carrera, le costó casi quince minutos alcanzar el torno,
que se hallaba al final de un breve pasillo. Lo llamaban el tambor
porque eso era lo que parecía, si uno olvidaba el hecho de que medía
un metro ochenta de alto y estaba empotrado en un muro de ladrillo.
Al otro lado del tambor, o torno, había una parte completamente
cerrada y apartada del resto del Santuario, donde, según se rumoreaba,
vivían doce monjas que cocinaban para los redentores y les
lavaban la ropa. Cale no sabía lo que era una monja, ni había visto
nunca ninguna pese a que de vez en cuando hablaba con ellas a través
del torno. No sabía en qué se diferenciaban las monjas de las
otras mujeres, de las que en el Santuario se hablaba raramente y
siempre con aversión. Aunque había dos excepciones: la Santa Hermana
del Ahorcado Redentor y la Bendita Imelda Lambertini, que
había muerto a los once años en un éxtasis acaecido mientras tomaba
la primera comunión. Los redentores no explicaban qué era un
éxtasis, y no había nadie lo bastante tonto como para preguntarlo.
Cale empujó el torno y este giró sobre su eje, revelando una gran
abertura. Metió dentro el saco azul y volvió a empujar. Después
golpeó en un lado, haciendo mucho ruido. Esperó treinta segundos
hasta oír una voz apagada procedente del otro lado del muro.



—¿Qué sucede?
Cale acercó la cabeza al torno para poder ser oído. Sus labios
casi tocaban la superficie.
—El redentor Bosco quiere esto para mañana por la mañana
—gritó.
—¿Por qué no lo trajeron con los otros?
—¿Cómo demonios voy a saberlo?
Desde el otro lado del muro se oyó un grito de ira, agudo y
amortiguado.
—¿Cómo te llamas, impío?
—Dominic Savio —mintió Cale.
—Pues bien, Dominic Savio. Informaré al Padre Disciplinario
y te arrancará la piel a latigazos.
—Mirad cómo tiemblo.
Veinte minutos después, Cale regresaba a la oficina de estrategia
del Padre Militante. No había en ella nadie salvo el propio
redentor, que no levantó la mirada ni dio muestra alguna de haber
visto a Cale. Durante otros cinco minutos, siguió escribiendo en su
libro de cuentas sin levantar la vista, antes de decir:
—¿Por qué has tardado tanto?
—El Padre Vituallero me paró en el pasillo exterior.
—¿Por qué?
—Creo que había oído un ruido fuera.
—¿Qué ruido? —Por fin, el Padre Militante miró a Cale.
Sus ojos eran de un color azul claro casi descolorido, pero muy
vivos. No se les escapaba prácticamente nada. O nada en absoluto.
—Estaban abriendo la Cancela del Noroeste para dejar entrar
a los nuevos. El Padre Vituallero no esperaba que llegaran hoy. Me
parece que estaba molesto.
—Cuidado con lo que dices —advirtió el Padre Militante, pero
en un tono más suave del habitual. Cale sabía que despreciaba al
Padre Vituallero, y por eso no le parecía tan peligroso hablar de ese
modo de un redentor.
—Le pregunté a tu amigo por el rumor de que habían llegado
—comentó el redentor.
—Yo no tengo amigos, Padre —repuso Cale—: están prohibidos.
El Padre Militante se rio levemente. Su risa no era agradable.
—No me preocupa eso precisamente de ti, Cale. Pero si quieres
que lo diga así, el delgaducho del pelo rubio. ¿Cómo lo llamas tú?
—Henri.
—Ya sé su nombre de pila. Pero tienes un apodo para él.
—Lo llamamos Henri el Impreciso.
El Padre Militante volvió a reírse, pero esta vez su risa sonó a
buen humor normal y corriente.
—Muy bien —dijo, apreciando lo certero del apodo—. Le pregunté
a qué hora habían llegado los nuevos y me dijo que no estaba
seguro, pero que había sido en algún momento entre las ocho campanadas
y las nueve. Entonces le pregunté que cuántos eran y me
dijo que tal vez quince, o tal vez más. —Miró a Cale fijamente a los
ojos—. Le di unos azotes para enseñarle a ser más exacto en lo sucesivo.
¿Qué te parece?
—A mí me da igual, Padre —respondió Cale con rotundidad—.
Merecía el castigo que vos quisierais infligirle.
—Desde luego. Me alegra mucho que pienses así. ¿A qué hora
llegaron?
—Justo antes de las cinco.
—¿Cuántos eran?
—Veinte.
—¿De qué edad?
—Ninguno tenía menos de siete años ni más de nueve.
—¿De qué tipo?
—Cuatro mezos, cuatro uitlanders, tres folders, cinco mestizos,
tres miamis y uno que no sé.
El Padre Militante lanzó un gruñido, como si no acabara de
satisfacerle que todas sus preguntas fueran respondidas con tanta
precisión.
—Ve al tablero. Te he puesto un problema. Tienes diez minutos
para resolverlo.
Cale se dirigió a una mesa grande y cuadrada de unos seis
metros de lado, sobre la cual el Padre Militante había desplegado
un mapa que la desbordaba ligeramente. Era sencillo reconocer algunas
de las cosas que había allí dibujadas: colinas, ríos, bosques...
Pero sobre él había unos tacos de madera, pequeños y numerosos,
que tenían números y símbolos. Algunos de esos tacos estaban colocados
de manera ordenada, otros de forma aparentemente azarosa.
Cale observó el mapa durante todo el tiempo que se le había
concedido, al cabo del cual alzó la mirada.
—¿Y bien? —preguntó el Padre Militante.
Cale empezó a exponer su solución.
Terminó de hacerlo veinte minutos después, y dejó las manos
quietas ante él.
—Muy ingenioso. Impresionante, diría yo —dijo el Padre Militante.
Algo se transformó en la mirada de Cale. Entonces, con extraordinaria
velocidad, el Padre Militante azotó la mano izquierda
del muchacho con un cinturón de cuero lleno de tachuelas pequeñas
y redondeadas.
Cale hizo una mueca. El dolor le forzó a apretar los dientes.
Pero enseguida su rostro volvió a adoptar aquella atenta frialdad
que era todo cuanto el redentor solía ver en él. El Padre Militante
se sentó y observó al muchacho como si fuera un objeto interesante
y sin embargo insatisfactorio.
—¿Cuándo vas a aprender que cuando haces algo brillante,
algo original, es tan solo porque el orgullo te domina? Esa solución
que propones podría funcionar, pero es innecesariamente arriesgada.
Sabes muy bien cuál es la solución canónica para este problema.
En la guerra un éxito gris es siempre mejor que un éxito brillante,
y sería mejor que aprendieras por qué. —Golpeó en la mesa con
furia—. ¿Es que has olvidado que un redentor tiene derecho a matar
al instante a cualquier chico que haga algo inesperado?
Volvió a golpear en la mesa, se levantó y miró a Cale. Aunque
en pequeña cantidad, la sangre manaba por toda la palma de la
mano izquierda de Cale, que seguía abierta.
—Nadie te trataría con la indulgencia con que lo hago yo. El
Padre Disciplinario te ha echado el ojo. Ya sabes que le gusta dar un
ejemplo cada pocos años. ¿Quieres terminar en un Acto de Fe?
Cale miró al frente y no dijo nada.
—¡Responde!
—No, Padre.
—Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa —dijo
el Padre Militante, golpeándose tres veces el pecho con la mano—.
Tienes veinticuatro horas para meditar en tus pecados antes de
arrepentirte de ellos ante el Padre Disciplinario.
—Sí, Padre.
—Ahora vete.
Dejando caer las manos, Cale se volvió y se dirigió a la puerta.
—No manches de sangre la alfombra —advirtió el Padre Militante.
Cale abrió la puerta con la mano buena y salió.
Solo en su oficina, el Padre Militante vio cerrarse la puerta. En
cuanto oyó el chasquido de la cerradura, su expresión cambió de la
ira apenas reprimida a una reflexiva curiosidad.
Fuera, en el pasillo, Cale se quedó un momento en pie, inmóvil
bajo aquella horrible luz marrón que teñía todo el Santuario. Observó
su mano izquierda: las heridas no eran profundas, porque las
tachuelas del cinto estaban pensadas para causar intenso dolor sin
provocar heridas difíciles de curar. Apretó el puño todo lo posible,
agitando la cabeza como si un leve temblor le atravesara el cráneo.
La sangre goteó en el suelo abundantemente. A continuación relajó
la mano, y bajo la luz marrón apareció en su rostro la huella de una
horrible desesperación. Esa huella desapareció al cabo de un momento,
y Cale empezó a recorrer el pasillo hasta perderse de vista.
Ninguno de los muchachos del Santuario sabía cuántos eran en
total. Algunos aseguraban que había nada menos que diez mil y
que aumentaban cada mes. Sobre ese incremento versaba la mayor
parte de las conversaciones. Aquellos que se encontraban ya cerca
de la veintena coincidían en decir que hasta los últimos cinco años,
el número de chicos, fuera el que fuera, había permanecido estable;
pero que a partir de entonces había ido en aumento. Los redentores
estaban haciendo las cosas de modo diferente, y eso en sí mismo era
algo extraño y de mal agüero, pues la costumbre y la conformidad
con el pasado significaban para ellos lo mismo que significa el aire
para quien respira. Para ellos cada día debía ser igual al día anterior,
cada mes como el mes anterior, y ningún año debía diferir de ningún
otro. Y, sin embargo, ahora el gran incremento del número de
acólitos obligaba a introducir cambios: en los dormitorios se habían
introducido literas de dos y de tres pisos para acomodar a los recién
llegados; el servicio divino se daba de manera alternativa para que
todos pudieran rezar y recibir cada día los dones contra la condenación;
y ahora había turnos para las comidas. Pero sobre las razones
de estos cambios, los muchachos no sabían nada.
Con la mano izquierda envuelta en un sucio trozo de tela que
habían desechado las siervas lavanderas, Cale atravesó el enorme
refectorio durante el segundo turno, llevando una bandeja de madera.
Había llegado tarde, aunque no demasiado tarde (si hubiera
sido así, le habrían pegado y excluido de la cena). Fue caminando
hacia la gran mesa que había al final de la estancia, donde comía
siempre. Se detuvo tras otro chico de la misma edad y altura que él,
que estaba tan concentrado en su cena que no notó que tenía a Cale
detrás. Pero lo alertó la cabeza levantada de sus compañeros de
mesa. Entonces levantó la mirada.
—Lo siento, Cale —dijo metiéndose en la boca los restos de
comida al mismo tiempo que se salía del banco y se llevaba la bandeja
apresuradamente.
Cale se sentó y observó su cena: había algo que parecía una
salchicha pero no lo era, y estaba cubierta de una salsa aguada, con
un tubérculo indeterminado al que una cocción interminable había
convertido en una papilla de pálido color amarillento. Al lado, en
un cuenco, había unas gachas frías, grises y gelatinosas, como nieve
pisada durante días. Por un momento, y pese a lo hambriento que
estaba, no fue capaz de decidirse a empezar. Entonces alguien se
sentó a su lado en el banco. Cale no lo miró, pero se puso a comer,
y solo un levísimo temblor en la comisura de los labios revelaba el
asco que sentía.


El muchacho que se había sentado a su lado empezó a hablar,
pero en voz tan baja que solo Cale podía oírle. No era prudente que
lo pillaran a uno hablando durante la cena con el de al lado.
—He encontrado algo —dijo el muchacho claramente emocionado,
pese a que apenas se le podía oír.
—Me alegro por ti —respondió Cale sin entusiasmo.
—Algo maravilloso.
Esta vez Cale no reaccionó en absoluto, sino que concentró su
mente en ingerir las gachas sin tener arcadas. El otro muchacho
hizo una pausa.
—Hay comida: comida que se puede comer. —Cale apenas levantó
la cabeza, pero su compañero de asiento supo que lo había
logrado.
—¿Por qué tendría que creerte?
—Conmigo estaba Henri el Impreciso. Nos vemos a las siete
detrás del Ahorcado Redentor.
Diciendo esto, el muchacho se levantó y se fue. Cale alzó la
cabeza, y apareció en su rostro una extraña expresión de anhelo,
tan diferente de la fría máscara que habitualmente mostraba al
mundo que el muchacho que tenía delante se le quedó mirando.
—¿No quieres eso? —le preguntó con ojos llenos de esperanza,
como si la salchicha rancia y las gachas de color gris amarillento
le proporcionaran una satisfacción inmensa.
Cale ni le respondió ni le miró. Continuó comiendo, esforzándose
por tragar sin hacer arcadas.
En cuanto terminó, Cale llevó la bandeja de madera al lavatorio,
la fregó en la pila con arena y la volvió a poner en su estante. Al
dirigirse hacia la salida, observado como estaba por un redentor
que vigilaba el refectorio desde un enorme sitial, Cale se arrodilló
ante la estatua del Ahorcado Redentor y se golpeó tres veces el
pecho, murmurando: «Soy pecado, soy pecado, soy pecado» sin
prestar ninguna atención al significado de las palabras.
Fuera estaba oscuro, y había descendido la niebla nocturna.
Eso era buena cosa: le resultaría más fácil deslizarse sin ser visto
desde el deambulatorio hasta los arbustos que crecían tras la gran
estatua.

Para cuando llegó, Cale era incapaz de ver a más de tres metros
de distancia. Descendió desde el deambulatorio a la grava que
había delante de la estatua.
Aquella estatua era la más grande de todas representaciones
del Ahorcado Redentor que había en el Santuario, y debía de haber
cientos de ellas, algunas de las cuales no medían más que unos centímetros
y estaban clavadas a las paredes, puestas en hornacinas o
decorando las pilas de cenizas sagradas que había al final de cada
pasillo y por encima de las puertas. Eran tan comunes, se las mencionaba
con tanta frecuencia, que la imagen misma había perdido
todo significado. Nadie, salvo los nuevos, era capaz de ver en ellas
lo que eran: la imagen de un hombre colgado en una horca, con una
soga alrededor del cuello y el cuerpo sombreado de cicatrices producidas
por las torturas que le habían infligido antes de la ejecución,
y cuyas piernas rotas colgaban extrañamente torcidas. Las
sagradas horcas del Ahorcado Redentor hechas durante la fundación
del Santuario, mil años antes, eran crudas y tendían a un realismo
directo: un terror en los ojos y en la cara que suplía la falta de
habilidad en la talla, el cuerpo contorsionado, la lengua saliendo
de la boca... Aquella, venían a decir los escultores, era una manera
horrible de morir. A lo largo de los años las estatuas se habían ido
volviendo más perfectas pero también más blandas. La gran estatua,
con su enorme horca, su gruesa soga y su Redentor de seis
metros de altura colgando de ella, no tenía más que treinta años de
antigüedad, y los verdugones que lucía a la espalda eran prominentes,
pero limpios y sin sangre; y las piernas, más que quebradas por
los golpes, parecían sufrir de calambres. Pero lo más raro de todo
era la expresión de la cara, pues en lugar del horrible sufrimiento
de la estrangulación, parecía mostrar una expresión de molestia,
algo así como si se le hubiera atravesado una espina en la garganta
y tratara de quitársela tosiendo discretamente.
Sin embargo, aquella noche de niebla y oscuridad, lo único
que Cale podía distinguir del Redentor eran sus enormes pies surgiendo
de la niebla. Resultaba tan extraño, que producía incomodidad.
Con cuidado de no hacer ruido, Cale se introdujo en los arbustos,
que lo protegerían de la vista de cualquiera que pasara.
—¿Cale?
—Sí.
Kleist, el muchacho con el que había hablado en el refectorio, y
Henri el Impreciso salieron de los arbustos y aparecieron ante él.
—Espero que merezca la pena el riesgo que corremos, Henri
—susurró Cale.
—La merece, Cale. Te lo aseguro.
Kleist le hizo a Cale un gesto para que lo siguiera tras los arbustos,
pegado al muro. Allí todo estaba aún más oscuro, y Cale
tuvo que esperar un poco a que sus ojos se adaptaran. Los otros dos
esperaban. Había una puerta.
No es fácil imaginarse lo emocionante que resultaba ver allí
una puerta, pues en el Santuario, pese a que había muchas entradas,
puertas había pocas. Durante la Gran Reforma, acaecida doscientos
años antes, más de la mitad de los redentores habían sido
quemados en la pira por herejes. Temiendo que aquellos apóstatas
pudieran haber contaminado a los muchachos, la secta victoriosa de
los redentores les había cortado el cuello, solo por si acaso. Tras
volver a aprovisionarse de chicos, los redentores habían realizado
muchos cambios en el Santuario, uno de los cuales consistía en
suprimir todas las puertas allí donde había muchachos.
Pues, a fin de cuentas, ¿de qué servía una puerta donde había
pecadores? Las puertas ocultan cosas, las puertas amparan actos
malvados, habían decidido, amparan el secreto, ya sea en soledad o
en compañía, y amparan la confabulación. La idea misma de puerta,
en cuanto les dio por meditar en ella, les provocó a los redentores
rabia y temor. El mismísimo demonio ya no era plasmado solo
como una bestia con cuernos sino, al menos con la misma frecuencia,
como un rectángulo dotado de cerradura.
Claro está que ese anatema contra las puertas no se aplicaba a
los propios redentores, y de hecho el símbolo de su redención era la
posesión de una puerta en su lugar de trabajo y en las celdas en que
dormían. Para los redentores, la santidad se medía por el número
de llaves que les permitían colgar de la cadena con que rodeaban la
cintura. El tintineo que hacía uno al caminar mostraba que ya había
sido aceptado en el cielo.

El descubrimiento de una puerta desconocida, por tanto, era
algo sorprendente y emocionante.
En cuanto sus ojos empezaron a acostumbrarse a la oscuridad,
Cale distinguió junto a la puerta un montón de escayola rota y ladrillos
desmoronados.
—Me estaba escondiendo de Chetnick —explicó Henri el Impreciso—.
Así es como encontré este lugar. El yeso de la esquina se
estaba cayendo, así que mientras esperaba que Chetnik se fuera
empecé a arrancarlo. Le había entrado agua y se desmoronaba solo.
En un minuto lo desprendí todo.
Cale alargó la mano hacia el borde de la puerta y empujó con
cuidado. Volvió a empujar. Y otra vez más.
—Está atrancada.
Kleist y Henri el Impreciso sonrieron. Kleist se metió la mano
en el bolsillo y cogió algo que Cale no había visto jamás en posesión
de ningún muchacho: una llave. Era gruesa y larga, y estaba
picada de herrumbre. Los ojos les brillaron de emoción. Kleist metió
la llave en la cerradura y la giró, gruñendo al hacer el esfuerzo.
Entonces, haciendo «¡clank!», la llave dio vuelta.
—Hemos estado tres días echándole grasa y tal para que abra
—dijo Henri el Impreciso con voz impregnada de orgullo.
—¿Dónde encontrasteis la llave? —preguntó Cale. Kleist y
Henri el Impreciso se sentían encantados de que Cale se dirigiera a
ellos como si hubieran resucitado un muerto o caminado sobre las
aguas.
—Te lo diremos cuando estemos dentro. Adelante. —Kleist
arrimó el hombro a la puerta, y los otros hicieron lo mismo—. No
empujéis demasiado fuerte, porque puede que no estén muy bien
las bisagras. No hay que hacer ruido. Contaré hasta tres. —Se detuvo—.
¿Listos? A la una, a las dos y a las... tres. —Empujaron.
Nada. No se movió ni un centímetro. Se pararon para coger aire—.
A la una, a las dos y a las... tres.
Empujaron de nuevo, y entonces la puerta chirrió. Se echaron
atrás alarmados. Si los oían, los atraparían; y si los atrapaban, los
someterían a Dios sabía qué.
—Nos podrían colgar por esto —dijo Cale. Los otros lo miraron.
—No harían eso... La horca no.
—Bosco me ha dicho que el Padre Disciplinario anda buscando
una excusa para dar un ejemplo. Hace ya cinco años desde que
ahorcaron al último.
—No serían capaces —repitió Henri el Impreciso, horrorizado.
—Sí que serían. ¡Esto es una puerta, por Dios! Y tú tienes una
llave. —Cale se volvió hacia Kleist—. Y, por cierto, me mentiste: no
tienes ni idea de lo que hay ahí dentro. Seguramente no va a ningún
lado, y no encontraremos nada que merezca la pena robar ni
que merezca la pena ver. —Volvió a mirar al otro—. No merece la
pena correr el riesgo, Henri, pero se trata de vuestro cuello. Conmigo
no contéis.
Cuando ya se iba, una voz gritó desde el deambulatorio con
rabia e impaciencia.
—¿Quién anda ahí? ¿Qué ha sido ese ruido?
Entonces oyeron las pisadas de un hombre que caminaba sobre
la grava, por delante de la estatua del Ahorcado Redentor.


LIBRO MANO IZQUIERA DE DIOS - Paul Hoffman (Traducción-Adolfo Muñoz)

Primera edición: febrero de 2010

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación
de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción
prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos,
www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
Título original: The Left Hand of God
Publicado en el Reino Unido por Penguin Books Ltd., 2010
© Paul Hoffman, 2010
© De la traducción: Adolfo Muñoz García, 2010
© La Esfera de los Libros, S. L., 2010
Avenida de Alfonso XIII, 1, bajos
28002 Madrid
Tel.: 91 296 02 00 • Fax: 91 296 02 06
www.esferalibros.com
ISBN: 978-84-9734-931-4
Depósito legal: M. 52.059-2009
Fotocomposición: J. A. Diseño Editorial, S.L.
Fotomecánica: Unidad Editorial
Imposición y filmación: Preimpresión 2000
Impresión: Anzos
Encuadernación: Méndez
Impreso en España-Printed in Spain

Enlaces de interés de blogs especializados en el género:

lunes, 25 de enero de 2010

La sensación francesa Katherine Pancol presenta su libro "Los ojos amarillos de los cocodrilos"

Esta novela es la historia de una mentira. Pero también es una historia de amor, de amistad, de traición, de dinero, de sueños. Esta novela es como la vida misma.

Este 26 de enero se presenta en España, una de las novelas más aclamadas (y vendidas)en el 2009 en Francia. Razones para toda esta revoluciòn no faltan como bien detalla sobre Katherine Pancol y su libro "Los ojos amarillos de los cocodrilos" este excelente reportaje en La revista del diario El mundo

Esta novela sucede en París, pero nos encontramos con cocodrilos. Esta novela habla de hombres. Y de mujeres. Las mujeres que somos, las que querríamos ser, las que nunca seremos y aquellas que quizás seamos algún día. Esta novela es la historia de una mentira. Pero también es una historia de amor, de amistad, de traición, de dinero, de sueños... Esta novela está llena de risas y de lágrimas. Esta novela es como la vida misma. Josephine tiene cuarenta años, está casada y tiene dos hijas, Hortense y Zoe. Es consciente de que su matrimonio ha fracasado, pero sus inseguridades le impiden tomar una decisión. A Antoine, su marido, le despidieron hace un año de la armería de caza donde trabajaba y desde entonces se dedica a languidecer en el apartamento y a engañar a su mujer. La discusión que provocará la separación del matrimonio de Josephine y Antoine es el punto de partida de una serie de acontecimientos, más o menos relacionados, en los que se verán envueltos otros personajes, como Iris, la guapísima hermana mayor de Josephine; la glamurosa y gélida madre de ambas, Henriette, casada en segundas nupcias con el millonario Marcel Gorsz; la misteriosa Shirley, la vecina...Tras la separación, Antoine se verá obligado a aceptar una oferta de trabajo que le convertirá en capataz de una granja de cocodrilos en África, pero las cosas no serán tan fáciles como parecían. A Iris se le ocurre decir que está escribiendo una novela, y una vez lanzada la mentira se niega a echarse atrás, y convence a su hermana para que escriba realmente el libro, basándose en sus conocimientos. Ella se llevará la fama y el protagonismo y Josephine el dinero, pero los verdaderos amigos de ésta están convencidos de que ella es la verdadera autora de la novela que llena los escaparates de las bibliotecas de Paris...

viernes, 15 de enero de 2010

DOS NUEVAS EDICIONES A TENER EN CUENTA EN ESTE 2010

EL VAMPIRO DE LOS POBRES - Charo González Casas

«A nadie le importa el Chagas porque es la enfermedad de los pobres, ningún laboratorio va a fabricar fármacos o productos para quien no puede pagarlos».
Pilar Mateo

Pilar Mateo es una científica valenciana que ha creado una pintura que salva vidas, un producto capaz de combatir con éxito el mal de Chagas, una enfermedad mortal que transmite una chinche y que amenaza a cien millones de personas de América Latina. No hay medicinas ni vacunas para combatirla y ya se han registrado más de veinticinco millones de víctimas.
El increíble hallazgo de la doctora Mateo erradica el insecto y le impide reproducirse. Ella, en lugar de explotar su patente, ha decidido dirigir y controlar su aplicación. Armada con cientos de botes de pintura, vive en los lugares más paupérrimos de Bolivia, México y Argentina. El resultado es que los habitantes de las casas pintadas no se infectan; y los que viven en las casas sin pintar siguen muriendo. Pero su hazaña no resulta fácil. Diariamente ha de enfrentarse al recelo de los poderosos y al miedo e ignorancia de los más débiles. Este libro narra su increíble lucha contra la enfermedad en las comunidades indígenas más azotadas por la miseria.

Los beneficios obtenidos por la Dra. Pilar Mateo por la venta de este libro serán destinados a la ayuda del Pueblo Guaraní boliviano.
Añadir un pie de foto
«A nadie le importa el Chagas porque es la enfermedad de los pobres, ningún laboratorio va a fabricar fármacos o productos para quien no puede pagarlos».
Pilar Mateo

Pilar Mateo es una científica valenciana que ha creado una pintura que salva vidas, un producto capaz de combatir con éxito el mal de Chagas, una enfermedad mortal que transmite una chinche y que amenaza a cien millones de personas de América Latina. No hay medicinas ni vacunas para combatirla y ya se han registrado más de veinticinco millones de víctimas.
El increíble hallazgo de la doctora Mateo erradica el insecto y le impide reproducirse. Ella, en lugar de explotar su patente, ha decidido dirigir y controlar su aplicación. Armada con cientos de botes de pintura, vive en los lugares más paupérrimos de Bolivia, México y Argentina. El resultado es que los habitantes de las casas pintadas no se infectan; y los que viven en las casas sin pintar siguen muriendo. Pero su hazaña no resulta fácil. Diariamente ha de enfrentarse al recelo de los poderosos y al miedo e ignorancia de los más débiles. Este libro narra su increíble lucha contra la enfermedad en las comunidades indígenas más azotadas por la miseria.

Los beneficios obtenidos por la Dra. Pilar Mateo por la venta de este libro serán destinados a la ayuda del Pueblo Guaraní boliviano.


PARIS ERA MISIA - Isabel Margarit

En la bibliografía española, hay pocos libros sobre Misia Sert, a pesar de que sus memorias, aparecidas hace años, son básicas para entender el arte de finales del siglo XIX y principios del XX.

La de Misia fue una vida poco corriente, tanto por los hombres a los que amó como por, y sobre todo, los artistas a los que protegió e inspiró. Considerada uno de los símbolos del París del la Belle Epoque, se codeó con genios como Debussy, Renoir, Toulouse-Lautrec, Valéry, Mallarmé y un largo etcétera. El propio Proust la tomó de modelo para crear algunos de los personajes femeninos de En busca del tiempo perdido, y a ella se debe, en gran modo, la extraordinaria eclosión de los Ballets Rusos de Serge Diaghilev.
Esta completa biografía reúne dos requisitos únicos que la hacen muy especial: la rigurosidad con que la autora maneja numerosas fuentes documentales, y el color, el sabor, el aroma y la música que respiran sus páginas, reflejo de la novelesca vida de Misia, cuya peripecia empieza con su nacimiento, su aristocrática y rocambolesca familia, los continuos cambios de residencia y su precoz iniciación al arte.

La obra también nos cuenta sus tres matrimonios, especialmente con el pintor Josep Maria Sert, y el trágico ménage à trois en que derivó su relación.

Una vida apasionada, una biografía apasionante.
Añadir un pie de foto
En la bibliografía española, hay pocos libros sobre Misia Sert, a pesar de que sus memorias, aparecidas hace años, son básicas para entender el arte de finales del siglo XIX y principios del XX.

La de Misia fue una vida poco corriente, tanto por los hombres a los que amó como por, y sobre todo, los artistas a los que protegió e inspiró. Considerada uno de los símbolos del París del la Belle Epoque, se codeó con genios como Debussy, Renoir, Toulouse-Lautrec, Valéry, Mallarmé y un largo etcétera. El propio Proust la tomó de modelo para crear algunos de los personajes femeninos de En busca del tiempo perdido, y a ella se debe, en gran modo, la extraordinaria eclosión de los Ballets Rusos de Serge Diaghilev.
Esta completa biografía reúne dos requisitos únicos que la hacen muy especial: la rigurosidad con que la autora maneja numerosas fuentes documentales, y el color, el sabor, el aroma y la música que respiran sus páginas, reflejo de la novelesca vida de Misia, cuya peripecia empieza con su nacimiento, su aristocrática y rocambolesca familia, los continuos cambios de residencia y su precoz iniciación al arte.

La obra también nos cuenta sus tres matrimonios, especialmente con el pintor Josep Maria Sert, y el trágico ménage à trois en que derivó su relación.

Una vida apasionada, una biografía apasionante.
Esperamos que os gusten. Un cordial saludo.